sábado, 14 de abril de 2012

DUELO

Era miércoles y aquella mañana te llamé para felicitarte pero no lo hice a casa pues sabía que no estarías. Era el día de tú cumpleaños y, sin embargo, lo ibas a pasar en el hospital, aquel lugar que a todo el mundo le parece frío y despersonalizado, ideal para que te realizaran otra de tantas transfusiones a las que ya te habías sometido pero no para celebrar tu cumpleaños. Una celebración que, ingenua y seguramente, teníamos todos en la cabeza posponer al siguiente fin de semana, cuando ya te hubiesen dado el alta. Al menos eso pensaba yo que ya tenía comprado mi billete de autobús para bajar ese mismo viernes después de salir del trabajo, a pesar de que mi conversación contigo me hizo sospechar que tú no estabas tan seguro de ello.
Pero ocurrió lo que ni quería ni esperaba que pasase justo ese fin de semana. Te transfundieron ese miércoles pero pasaban los días y no te daban el alta y, entonces, el viernes recibí la llamada que no quería ni esperaba recibir y tuve que cambiar a toda prisa el billete de autobús para adelantar mi viaje por sólo dos míseras horas, pues no había para más.
Ese fin de semana lo pasé casi íntegramente en el hospital, viendo como te ibas apagando lentamente y, aunque la tristeza se desbordaba por cada uno de mis poros, sólo fui capaz de llorar una vez ese sábado viendo como te dejabas marchar, inerte, tumbado sobre la cama. Quizás porque aunque parecías tranquilo, como si durmieras un plácido sueño, tu trabajosa respiración me empujaba a pensar que por dentro tu cuerpo luchaba y sufría por seguir adelante y deseaba que esa lucha acabase cuanto antes y, efectivamente, sólo unas horas después, acabó. Era ya casi la medianoche del sábado y estaba triste pero no volví a llorar... hasta esta mañana.
Ha pasado ya un año desde aquel fin de semana y, al recordarlo y escribir esto, no he podido evitar que se me forme ese nudo en el pecho que al final sube hasta los ojos para deshacerse en lágrimas y liberar ese dolor que aún llevas dentro, a pesar de que ya hace un año que pasó.

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