sábado, 11 de junio de 2011

EN OCASIONES VEO MUERTOS

En ocasiones veo muertos, que diría Cole, el niño de El Sexto Sentido, pero yo los veo a diario y por todos lados. Muertos, aunque ellos crean que están vivos, caminando por las calles por delante de gente que clama indignada contra lo que es un atropello a la ciudadanía perpetrado por el poder económico y político que nos gobierna.
Muertos que pasan por delante, ajenos a la indignación imperante, quizás pensando que eso no va con ellos o que sólo son una turba de izquierdosos, perroflautas e inadaptados sociales quejándose porque tiene que haber de todo ("en la viña del Señor").
Muertos que a veces, incluso, sonríen al ver a esa chusma, quizás pensando que ahora se acerca el momento de su querido partido, que ellos sí que lo van a hacer bien, o quizás porque piensen "menos mal que yo no estoy como ellos, en paro y sin un futuro a la vista" sin saber que toda esa gente es también gente como ellos. A veces, finalmente, hasta nos hacen fotos como si fuéramos una atracción turística puesta por el "hay-untamiento".
Toda esa gente muerta y ajena a lo que realmente está pasando, que ve y lee la información manipulada, procesada y empaquetada que les sirven religiosamente los medios de comunicación vendidos al poder, toda esa gente creo que aún no se ha tomado su pastilla roja.

Mes y medio antes del 15M supe de la existencia de un grupo de facebook y una web llamados "Democracia Real Ya" que agrupaba a una plataforma que intentaba organizar una manifestación para el que fue aquel glorioso día de mayo. Antes de eso, yo era otro ciudadano más que veía que desde hacía ya bastante tiempo las cosas no iban bien, que había una crisis pero que detrás de esa crisis había algo más y, encontrarme con Democracia Real Ya y pulsar el botón "Me gusta" de su grupo en facebook, fue la pastilla roja que me abrió la mente a todo lo que sucedía a mi alrededor. A partir de ahí, los acontecimientos han ido desarrollándose a velocidad de vértigo, primero la manifestación del 15M y, después, todas las movilizaciones, acampadas, asambleas y actos asociados al movimiento de indignad@s, la información fluyendo en cantidades ingentes, básicamente por Internet, en un no parar de recibir y enviar, compartir, sugerir y desechar... Hasta hoy mismo.
En fin, no sé hasta dónde nos llevará esto y si tendrá un final feliz (espero que sí) pero de momento seguimos, unos perdidos en la mentira en la que viven engañados y otros, con los ojos y la mente bien abiertos y alargando bien los brazos para intentar descorrer ese tupido velo que el poder financiero y el poder político intentó hacernos creer que era la (cruda) realidad. En definitiva, un estúpido velo que debemos hacer caer para que la luz de la verdad llegue a todos aquellos que siguen muertos sin saber que lo están.

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